viernes, 15 de noviembre de 2013

El mundo físico en Descartes


Descartes deja a un  lado la relación que tiene con el mundo sensible, pues se da cuenta que ese ser que piensa tiene sensaciones. Sin embargo, todo aquello que sentimos proviene de algo ajeno a nuestra mente. Aquellas sensaciones no pueden ser controladas por nosotros, pues dependen de algo que no es nuestro pensamiento, y éste no puede decidir entre sentir una u otra cosa. De aquí, podríamos volver a la duda hiperbólica y  pensar que esto que sentimos es un Dios que nos engaña o algo parecido. 
Descartes del primer principio que toma para fundamentar la ciencia, que es la existencia del pensamiento y de quien piensa, deduce todos los demás principios de su filosofía. Entre ellos, la existencia de un Dios que posee todos los atributos de perfección y que lo ha creado todo. Después de haber demostrado que Dios verdaderamente existe y se manifiesta por la luz natural y que la idea que tenemos de Dios no puede venir de nosotros, nos dice que “Dios es verísimo y la fuente de toda luz.”
Para Descartes resulta clara y distinta la imposibilidad de  Dios engañe, ya que engañarnos sería contrario a su naturaleza, y eso le parece imposible. Por tanto, si el hombre llega a caer en el error y se equivoca no es causa directa de Dios. La facultad de conocer que Dios nos ha dado, a la que denominamos luz natural, no alcanza jamás algún objeto que no sea verdadero, en tanto que se apercibe de él, es decir, en tanto que lo conoce clara y distintamente.
Una vez que Descartes demuestra en la primera parte de Los principios de la filosofía que Dios no puede provocar o ser causa de ningún error deja de sospechar de todo. Desaparece la duda hiperbólica de esta manera, por conducto de Dios que le da la validez  para ver todo clara y distintamente en el mundo que Él ha creado. Entonces, cuando nuestros sentidos perciben clara y distintamente un cuerpo extenso con longitud, anchura y profundidad no tenemos porque dudar de su existencia, y sin temor a equivocarnos, porque para Descartes Dios no puede engañarnos, “debemos concluir que existe una substancia extensa en longitud, latitud y profundidad, que existe en el presente en el mundo con todas las propiedades que manifiestamente conocemos que le pertenecen.”
Los cuerpos externos son percibidos por nuestros sentidos y afectan nuestra alma. Pero no es por medio de los sentidos que conocemos cómo son en sí mismos esos cuerpos. En este sentido no se puede fundamentar el conocimiento de las cosas sensibles en los sentidos; solamente es por medio del entendimiento que podemos llegar a conocer la naturaleza de las cosas sensibles. “…Porque sólo en él radican naturalmente las primeras nociones o ideas que son como las semillas de las verdades que somos capaces de conocer. Hasta este momento Descartes ha fundamentado la verdad de la ciencia en dos principios: la existencia del yo por el yo pienso, luego existo; y la idea de Dios. Ideas que para Descartes todos poseemos en el alma y de las cuales no se puede dudar. Siguiendo su pensamiento no podríamos brincarnos a explicar el mundo externo alejados de este orden de ideas que se encuentran en el entendimiento. En este sentido, para conocer cómo es algo verdaderamente, sólo se puede conocer desde el entendimiento.
Características del mundo físico
Explica Descartes que a la mente llegan ideas de forma adventicia. Estas ideas tienen  una forma de garantía que implica que esa idea sea igual para todos. Por tanto, hay una sustancia y permanece al cambio, ella es la extensión. La extensión se explica que sea igual para todos porque según Descartes la medida de cualquier objeto debe ser siempre la misma y será la misma para todos. Así, limita los objetos a cosas geométricas que cuentan con largo, ancho y profundidad.
Al distinguir un cuerpo lo que nuestros sentidos perciben son sus cualidades, pero para Descartes éstas no pueden determinar la naturaleza de los cuerpos. “La naturaleza del cuerpo solamente reside en ser una substancia extensa en longitud, anchura y profundidad.” La extensión no es un accidente de la substancia material, sino que la extensión es la substancia material y la única manera de entender esta substancia corpórea es por medio de su extensión.
Esta extensión que es percibida de los cuerpos ocupa un espacio. Entre la extensión del cuerpo y la extensión del espacio de ese cuerpo no hay alguna distinción, la única distinción se da en el pensamiento. “En efecto, la misma extensión en longitud, anchura y profundidad que constituye el espacio, constituye el cuerpo.” Descartes pone el ejemplo de que al retirar la extensión de un cuerpo, nos parece que el espacio que ese cuerpo ocupaba permanece aunque el cuerpo ya no este presente. Pero explica él que el espacio que ocupa un cuerpo se desplaza junto con la extensión de éste, es decir, espacio y extensión en un cuerpo son uno y lo mismo. Y son éstos los que determinan a un cuerpo, ninguna otra cualidad como color, tamaño, dureza, calor.
Al espacio contrapone el concepto de lugar. Lugar se refiere a una  relación con respecto a la situación de una cosa. Es importante la distinción que hace de lugar y espacio, pues el espacio de un cuerpo se mueve junto con la extensión, mientras que el lugar es la situación en que se encuentra un cuerpo en relación con otro. Puede también ser entendido en Descartes el espacio como el lugar interno de un cuerpo, mientras que el lugar externo es la superficie que rodea a un cuerpo, esta superficie entendida como el límite de un cuerpo y lo que lo rodea.
Para Descartes todo lugar en el universo esta ocupado por un cuerpo. “Todo los lugares están llenos de cuerpos” Todo cuerpo que hay en el universo ocupa un lugar en él. La dimensión del lugar que ocupa el cuerpo es proporcional al espacio de este cuerpo. Es decir, no puede ser mayor  o menor el lugar que ocupa, la extensión de un cuerpo y el espacio de éste es proporcional a las dimensiones del lugar, no es posible que el lugar sea más grande al espacio que ocupa el cuerpo, o bien menor. Cada lugar en el universo esta relacionado con un cuerpo y sólo con uno. Por lo tanto, es imposible que dos cuerpos compartan un mismo lugar.
Plenismo
“En relación con el vacío, en el sentido en el que los filósofos toman esta palabra, a saber, entendiendo por tal un espacio en el que no hay substancia, es evidente que no puede darse en el universo.” Ya que todo cuerpo tiene como substancia la extensión, o sea, todo cuerpo es extensión y no es posible lo contrario, es decir, que algo no sea y al mismo tiempo tenga extensión. Y como para Descartes el espacio de un cuerpo y su extensión son lo mismo, no es posible que haya un espacio en el cual no haya extensión, pues se caería en un absurdo, así en el ‘espacio vacío’ hay extensión, por  tanto, hay substancia.
Para Descartes se habla de un espacio vacío cuando no percibimos lo que esta ocupando ese lugar, por ejemplo un ‘vaso vacío’ nos parecerá que no hay nada en él, sin embargo, esta lleno de aire. El aire, así como el fuego y toda la materia tiene extensión para Descartes, aunque no sea percibido por nuestros sentidos.
No hay algún lugar en el universo en el que no haya materia, una substancia con extensión y que ocupe un espacio. Todo esta lleno de materia. La nada no tiene extensión, no es, por lo tanto no existe.
En el discurso de Descartes es imposible que haya vacío, entendido como un lugar donde no hay materia. Todo cuerpo por necesidad tiene que estar en contacto con otro cuerpo, pues de no ser así habría contradicción. Descartes pone el ejemplo de un vaso, en el que si no hubiera nada sus lados contactarían, pues la materia tiene necesidad de estar en contacto con otro cuerpo.
Infinita divisibilidad de la materia
Para Descartes la materia es infinitamente divisible. No existe algo parecido a un átomo o una medida mínima a la que se pueda reducir la materia, sin importar que tan pequeño sea un cuerpo, éste siempre será divisible. “También es muy fácilmente cognoscible que no existen átomos o partes de los cuerpos que sean indivisibles…”. Ésta es la naturaleza de todo cuerpo con extensión, siempre se va a poder dividir.
Recordemos que para Descartes el fundamento de su ciencia se encuentra en el pensamiento, en este sentido si uno por medio del entendimiento concibe la idea de que un cuerpo puede ser dividido en dos o más partes, y que estas partes a su vez pueden ser divididas en dos o más y estas de igual manera, hasta el infinito, es muy claro que esta idea se genera en el pensamiento. Pero, explica también que si Dios creó una medida mínima en la que se puede dividir la materia, Él por ser omnipotente tiene la posibilidad de seguirla dividiendo infinitamente, en ese sentido la materia es infinitamente divisible. “La parte extensa más pequeña que pudiera ser en el mundo siempre puede ser dividida porque tal es en razón de su naturaleza.”
Descartes dice que la materia extensa es ilimitada, pues cualquier límite que podríamos imaginarnos del universo siempre va a ser rebasado por una idea mayor y así indefinidamente. Y como no hay espació vacío todo es materia extensa, por lo tanto la materia extensa es ilimitada. Toda esta extensión ilimitada está formada por la misma materia.

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