Descartes
deja a un lado la relación que tiene con el mundo sensible, pues se da
cuenta que ese ser que piensa tiene sensaciones. Sin embargo, todo
aquello que sentimos proviene de algo ajeno a nuestra mente. Aquellas
sensaciones no pueden ser controladas por nosotros, pues dependen de
algo que no es nuestro pensamiento, y éste no puede decidir entre sentir
una u otra cosa. De aquí, podríamos volver a la duda hiperbólica y pensar que esto que sentimos es un Dios que nos engaña o algo parecido.
Descartes
del primer principio que toma para fundamentar la ciencia, que es la
existencia del pensamiento y de quien piensa, deduce todos los demás
principios de su filosofía. Entre ellos, la existencia de un Dios que
posee todos los atributos de perfección y que lo ha creado todo. Después
de haber demostrado que Dios verdaderamente existe y se manifiesta por
la luz natural y que la idea que tenemos de Dios no puede venir de
nosotros, nos dice que “Dios es verísimo y la fuente de toda luz.”
Para
Descartes resulta clara y distinta la imposibilidad de Dios engañe, ya
que engañarnos sería contrario a su naturaleza, y eso le parece
imposible. Por tanto, si el hombre llega a caer en el error y se
equivoca no es causa directa de Dios. La facultad de conocer que Dios
nos ha dado, a la que denominamos luz natural, no alcanza jamás algún
objeto que no sea verdadero, en tanto que se apercibe de él, es decir,
en tanto que lo conoce clara y distintamente.
Una vez que Descartes demuestra en la primera parte de Los principios de la filosofía que Dios no puede provocar o ser causa de ningún error deja de sospechar de todo. Desaparece la duda hiperbólica de esta manera, por conducto de Dios que le da la validez para ver todo clara y distintamente en
el mundo que Él ha creado. Entonces, cuando nuestros sentidos perciben
clara y distintamente un cuerpo extenso con longitud, anchura y
profundidad no tenemos porque dudar de su existencia, y sin temor a
equivocarnos, porque para Descartes Dios no puede engañarnos, “debemos
concluir que existe una substancia extensa en longitud, latitud y profundidad, que existe en el presente en el mundo con todas las propiedades que manifiestamente conocemos que le pertenecen.”
Los
cuerpos externos son percibidos por nuestros sentidos y afectan nuestra
alma. Pero no es por medio de los sentidos que conocemos cómo son en sí mismos
esos cuerpos. En este sentido no se puede fundamentar el conocimiento
de las cosas sensibles en los sentidos; solamente es por medio del
entendimiento que podemos llegar a conocer la naturaleza de las cosas
sensibles. “…Porque sólo en él radican naturalmente las primeras nociones o ideas que son como las semillas de las verdades que somos capaces de conocer. ”Hasta este momento Descartes ha fundamentado la verdad de la ciencia en dos principios: la existencia del yo por el yo pienso, luego existo;
y la idea de Dios. Ideas que para Descartes todos poseemos en el alma y
de las cuales no se puede dudar. Siguiendo su pensamiento no podríamos
brincarnos a explicar el mundo externo alejados de este orden de ideas
que se encuentran en el entendimiento. En este sentido, para conocer
cómo es algo verdaderamente, sólo se puede conocer desde el
entendimiento.
Características del mundo físico
Explica
Descartes que a la mente llegan ideas de forma adventicia. Estas ideas
tienen una forma de garantía que implica que esa idea sea igual para
todos. Por tanto, hay una sustancia y permanece al cambio, ella es la
extensión. La extensión se explica que sea igual para todos porque según
Descartes la medida de cualquier objeto debe ser siempre la misma y
será la misma para todos. Así, limita los objetos a cosas geométricas
que cuentan con largo, ancho y profundidad.
Al
distinguir un cuerpo lo que nuestros sentidos perciben son sus
cualidades, pero para Descartes éstas no pueden determinar la naturaleza
de los cuerpos. “La naturaleza del cuerpo solamente reside en ser una
substancia extensa en longitud, anchura y profundidad.” La extensión no
es un accidente de la substancia material, sino que la extensión es la
substancia material y la única manera de entender esta substancia
corpórea es por medio de su extensión.
Esta
extensión que es percibida de los cuerpos ocupa un espacio. Entre la
extensión del cuerpo y la extensión del espacio de ese cuerpo no hay
alguna distinción, la única distinción se da en el pensamiento. “En
efecto, la misma extensión en longitud, anchura y profundidad que
constituye el espacio, constituye el cuerpo.” Descartes pone el ejemplo
de que al retirar la extensión de un cuerpo, nos parece que el espacio
que ese cuerpo ocupaba permanece aunque el cuerpo ya no este presente.
Pero explica él que el espacio que ocupa un cuerpo se desplaza junto con
la extensión de éste, es decir, espacio y extensión en un cuerpo son
uno y lo mismo. Y son éstos los que determinan a un cuerpo, ninguna otra
cualidad como color, tamaño, dureza, calor.
Al
espacio contrapone el concepto de lugar. Lugar se refiere a una
relación con respecto a la situación de una cosa. Es importante la
distinción que hace de lugar y espacio, pues el espacio de un cuerpo se
mueve junto con la extensión, mientras que el lugar es la situación en
que se encuentra un cuerpo en relación con otro. Puede también ser
entendido en Descartes el espacio como el lugar interno de un cuerpo,
mientras que el lugar externo es la superficie que rodea a un cuerpo,
esta superficie entendida como el límite de un cuerpo y lo que lo rodea.
Para
Descartes todo lugar en el universo esta ocupado por un cuerpo. “Todo
los lugares están llenos de cuerpos” Todo cuerpo que hay en el universo
ocupa un lugar en él. La dimensión del lugar que ocupa el cuerpo es
proporcional al espacio de este cuerpo. Es decir, no puede ser mayor o
menor el lugar que ocupa, la extensión de un cuerpo y el espacio de éste
es proporcional a las dimensiones del lugar, no es posible que el lugar
sea más grande al espacio que ocupa el cuerpo, o bien menor. Cada lugar
en el universo esta relacionado con un cuerpo y sólo con uno. Por lo
tanto, es imposible que dos cuerpos compartan un mismo lugar.
Plenismo
“En
relación con el vacío, en el sentido en el que los filósofos toman esta
palabra, a saber, entendiendo por tal un espacio en el que no hay
substancia, es evidente que no puede darse en el universo.” Ya que todo
cuerpo tiene como substancia la extensión, o sea, todo cuerpo es
extensión y no es posible lo contrario, es decir, que algo no sea y al
mismo tiempo tenga extensión. Y como para Descartes el espacio de un
cuerpo y su extensión son lo mismo, no es posible que haya un espacio en
el cual no haya extensión, pues se caería en un absurdo, así en el
‘espacio vacío’ hay extensión, por tanto, hay substancia.
Para
Descartes se habla de un espacio vacío cuando no percibimos lo que esta
ocupando ese lugar, por ejemplo un ‘vaso vacío’ nos parecerá que no hay
nada en él, sin embargo, esta lleno de aire. El aire, así como el fuego
y toda la materia tiene extensión para Descartes, aunque no sea
percibido por nuestros sentidos.
No
hay algún lugar en el universo en el que no haya materia, una
substancia con extensión y que ocupe un espacio. Todo esta lleno de
materia. La nada no tiene extensión, no es, por lo tanto no existe.
En
el discurso de Descartes es imposible que haya vacío, entendido como un
lugar donde no hay materia. Todo cuerpo por necesidad tiene que estar
en contacto con otro cuerpo, pues de no ser así habría contradicción.
Descartes pone el ejemplo de un vaso, en el que si no hubiera nada sus
lados contactarían, pues la materia tiene necesidad de estar en contacto
con otro cuerpo.
Infinita divisibilidad de la materia
Para
Descartes la materia es infinitamente divisible. No existe algo
parecido a un átomo o una medida mínima a la que se pueda reducir la
materia, sin importar que tan pequeño sea un cuerpo, éste siempre será
divisible. “También es muy fácilmente cognoscible que no existen átomos o
partes de los cuerpos que sean indivisibles…”. Ésta es la naturaleza de
todo cuerpo con extensión, siempre se va a poder dividir.
Recordemos
que para Descartes el fundamento de su ciencia se encuentra en el
pensamiento, en este sentido si uno por medio del entendimiento concibe
la idea de que un cuerpo puede ser dividido en dos o más partes, y que
estas partes a su vez pueden ser divididas en dos o más y estas de igual
manera, hasta el infinito, es muy claro que esta idea se genera en el
pensamiento. Pero, explica también que si Dios creó una medida mínima en
la que se puede dividir la materia, Él por ser omnipotente tiene la
posibilidad de seguirla dividiendo infinitamente, en ese sentido la
materia es infinitamente divisible. “La parte extensa más pequeña que
pudiera ser en el mundo siempre puede ser dividida porque tal es en razón de su naturaleza.”
Descartes
dice que la materia extensa es ilimitada, pues cualquier límite que
podríamos imaginarnos del universo siempre va a ser rebasado por una
idea mayor y así indefinidamente. Y como no hay espació vacío todo es
materia extensa, por lo tanto la materia extensa es ilimitada. Toda esta
extensión ilimitada está formada por la misma materia.
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